23 de octubre de 2015
19 de octubre de 2015
ALEGORÍA DE LAS ESTANTERÍAS Sobre las relaciones interpersonales
1. Prólogo
Durante mucho tiempo he intentado dar sentido a
muchos de los cambios más o menos drásticos, dolorosos, sorprendentes,
excitantes… y podría seguir enumerando sensaciones o situaciones, que han ido
ocurriendo a lo largo de mi vida en lo relativo a relaciones con mis semejantes…Intentando
entender el porqué de lo que ocurre,
quizás, con el objeto de sentir que uno posee cierto control, ante un descontrol
que la mayoría de las veces te supera como individuo.
Tras mucho tiempo, uno le ha ofrecido un
pensamiento al problema, después dos…finalmente, tal vez cien…y a veces así, se
llega a algún lugar. En mi caso, llegué a la “Alegoría de las Estanterías”.
Por definición, una alegoría es una figura
literaria que pretende representar una idea valiéndose de formas humanas,
animales o de objetos cotidianos…y esa va a ser mi intención a partir de ahora…darle
un sentido a este tema partiendo de un objeto realmente cotidiano como puede
ser un mueble con estanterías, entendiendo cómo introducimos, reordenamos, accedemos
o retiramos elementos de él.
Hablar sobre relaciones interpersonales es hablar
sobre algo demasiado amplio, complejo y genérico. Cuando aludo a este término o
concepto, me refiero básicamente a la importancia, necesidad y nivel de
compromiso, que queda reflejado en esa especie de contrato, que pactamos cuando
nos topamos frente a frente con otra persona.
Tendemos a pensar que ese contrato será indefinido
y, llegado el punto de romperse o tener que modificarse, generará en la mayoría
de los casos, un sinfín de sensaciones personales que serán complicadas de
gestionar. Desde felicidad, a tristeza, pasando por situaciones de ansiedad,
incredulidad o ira…
Uno de los motivos más frecuentes por los que las relaciones interpersonales se ven alteradas, es por el hecho, de que pensamos que la forma de actuar de nuestros semejantes coincide, con la que desarrollaríamos nosotros mismos en las diferentes situaciones…Concebimos instintivamente, que ante un problema, o mejor digamos situación, si nosotros, usando la “lógica” llegamos a una determinada conclusión, ese es el único destino de todos los caminos que puedan recorrer otros…o al menos, así queremos creerlo.
Uno de los motivos más frecuentes por los que las relaciones interpersonales se ven alteradas, es por el hecho, de que pensamos que la forma de actuar de nuestros semejantes coincide, con la que desarrollaríamos nosotros mismos en las diferentes situaciones…Concebimos instintivamente, que ante un problema, o mejor digamos situación, si nosotros, usando la “lógica” llegamos a una determinada conclusión, ese es el único destino de todos los caminos que puedan recorrer otros…o al menos, así queremos creerlo.
2. Estanterías
Un mueble de estanterías no es más que un objeto
que usamos para almacenar y ordenar todo lo que vamos teniendo, necesitando o
queriendo tener presente en nuestro día a día. De forma natural, cuando tenemos
por primera vez esta estantería delante, vamos colocando los diferentes objetos
que queremos incluir en ella, no de forma aleatoria o caótica, sino ordenada, con
sentido…quizás nuestro sentido, que sólo nosotros entendemos, pero con sentido.
Y qué viene a significar dentro de todo esto, la
estantería. Es fácil, desde que nacemos y vamos teniendo uso de razón, van
incorporándose a nuestra vida, multitud de personajes, con diferentes roles y
cualidades. A medida que van llegando nosotros, de forma automática, les vamos
asignando una posición en nuestras estanterías…lo normal es que sea la
intuición, en primer lugar, la que nos ofrezca la ubicación inicial. Digamos que,
estas “estanterías”, son una forma sencilla de asignar importancia,
accesibilidad y preferencia a las personas que nos rodean e interactúan con
nosotros.
3. Tipología de los estantes
No todos los estantes son iguales en un mueble de
estanterías. Es por esto que vamos a definir varios tipos de estantes. Esto no
significa que sean los únicos tipos de estantes que podamos definir, únicamente
van a ser con los que empezaríamos a comprender todo ese lío.
3.1 Estantes
Tipo A: Importancia alta, protección elevada, acceso especial…
Vamos a mirar una estantería normal y corriente.
Dirigiremos nuestra mirada ahora, a su parte superior, arriba del todo. En esos
estantes se encuentran objetos que aun siendo importantes, no le damos uso a
diario. No sería difícil ponerse un poco de puntillas o subirse a un pequeño
taburete para tener acceso a ellos. A veces, incluso se encuentran encerrados
entre puertas de cristal que permiten verlo pero que además les confieren una
determinada protección. Digamos que es el lugar para elementos importantes en
nuestra vida, a los que recurrimos en situaciones especiales, pero que siempre
deseamos tenerlos presentes o a la vista.
Llegado a este punto, es evidente que cada uno puede pensar a quien incluiría en estos estantes. Es clara la idea de que las experiencias y situaciones personales van a ser determinantes…no obstante intentaré no entrar en casuísticas muy especiales.
Teniendo esto en cuenta, pienso que este estante es un lugar bastante apropiado para los padres o hijos. Suelen tener una implicación alta en nuestra vida, condicionándonos en más o menos medida y para muchos de las situaciones en las que necesitamos de alguien, y sobre todo con una determinada edad, preferimos acudir a amigos o parejas, ahí el hecho de que se hayan ubicado en un lugar accesible pero no instantáneo y con cierto grado de protección.
3.2 Estantes
Tipo B: Importancia alta, protección elevada, acceso alto…
Justo por debajo de los estantes tipo A,
encontramos los estantes tipo B. Al igual que los anteriores, estos estantes
gozan de una altura superior a la normal pero aumentando el nivel de
accesibilidad. Digamos que es fácil tomar algo de estos estantes, pero siguen
siendo pocos los elementos que encontramos en estos estantes.
Podríamos situar en estos estantes figuras como
hermanos, familiares muy cercanos o parejas, por ejemplo. Vuelvo a repetir que cada
uno decide la ubicación personal…
3.3 Estantes
Tipo C1…: Importancia media-alta, protección media-alta, acceso medio-alto…
Estos están justo al nivel de la mano, poseen una
importancia media-alta y el acceso es muy frecuente. Podríamos ubicar aquí, a
los “mejores amigos”, esos que pensamos que siempre van a estar ahí…
3.4 Estantes
Tipo C2, C3, C4…: Importancia media, protección media, acceso medio…
Por debajo de los estantes C1…podríamos definir
subniveles inferiores que irían decreciendo en importancia, accesibilidad y
protección. Hay podrían estar aquellas amistades que sin ser parte
imprescindible de nuestras vidas, forman parte de ella e interactúan con nosotros
en mayor o menor medida.
3.5 Estantes
Tipo D: Importancia baja, protección baja, acceso bajo…
Es muy probable que en la parte más baja de
nuestro mueble de estanterías nos encontremos unos cajones. Estos espacios
suelen ser lugar idóneo para un batiburrillo de cosas que no sabemos dónde
ubicar con claridad pero que deben “estar” en nuestra vida…Por ejemplo, gente
con la que coincidimos cuando salimos por cierto lugares y que ni esperamos que
estén, ni que no estén, pero con la que uno llega a tener relación.
3.6 Caja de bultos.
Como definirla…cuando tenemos un montón de bultos
que no queremos tener presente y no sabemos qué hacer con ellos…los metemos en
una caja y de forma instantánea se pierden de vista debajo de la cama…en este
punto, seguro que cada uno sabe ya lo que quiere meter en esta caja…
4. Reposicionamiento en las estanterías
En este punto, la situación es la siguiente: hemos
analizado cada una de las personas que integran nuestro círculo vital y las
hemos posicionado dentro de las mencionadas estanterías. Miramos la estantería
y nos transmite tranquilidad, todo está en su sitio, todo es como “debe” ser.
Todos los “contratos” están cerrados y todo funciona…Es entonces cuando un
hecho, circunstancia o situación obliga a modificar dicha situación. Pondremos
un ejemplo bastante frecuente. Llevamos años conviviendo con nuestra pareja,
nos conoce, nos ayuda, está ahí…en el estante tipo B…y de un día para otro,
esta relación se rompe…Ahora toca decidir donde reubicar este elemento dentro
de las estanterías…
El hecho de tener que mover algo se sitio puede
crear un conflicto o no. A veces es muy sencillo recolocar dicha figura de la
estantería B a una de las estanterías C…el transito es tranquilo y llevadero.
Pero otras veces la situación te obliga al cambio, sin que tú quieras
realizarlo y, es más…el único sitio disponible y válido es la caja de los
bultos…
¿Qué quiero decir con esto? Sería una posición
inteligente asumir que los cambios dentro de las estanterías no sólo podrían
producirse, sino que, de hecho, lo van a hacer…algunas veces por iniciativa
propia y a veces sin ella. No todo es negativo, tengamos en cuenta que muchas
veces elementos de estanterías C3…pasan a C2…C1…inclusive a B. Debe ser
percibido tanto lo negativo como lo positivo, aunque para lo único que estamos
dispuestos a preocuparnos, evidentemente es para lo negativo.
5. Velocidad de reposición o necesidad de ver llenas las estanterías.
Pienso que es condición humana es ser impaciente
cuando esperamos que algo ocurra. No es normal decir, “esto ocurrirá cuando
tenga que ocurrir” o, al menos es difícil
sentirlo así.
Coloquémonos frente a las estanterías, y miremos ahí, sí…ahí…un hueco…Tenemos un par de opciones…pensar que debemos buscar algo para que ocupe ese hueco o decir, bueno, tengo un hueco que seguro me vendrá de lujo para algo que en algún momento tendré que poner en mis estanterías…La diferencia entre las dos situaciones es clara…una proporciona estabilidad y calma y la otra todo lo contrario. Supongo que uno puede modificar su pensamiento de una a otra posibilidad según el día…es lo que llamo la montaña rusa de sensaciones…que uno no sabe cuándo sube o cuando baja…Si alguna vez has estado en esa situación, seguro que sabes de lo que hablo.
El llenar las estanterías con precipitación puede tener éxito, aunque también puede ser uno de los errores más grandes que se puede cometer...ya que estaríamos ubicando en nuestras estanterías un elemento que en el caso más seguro, va a necesitar una reubicación…
Coloquémonos frente a las estanterías, y miremos ahí, sí…ahí…un hueco…Tenemos un par de opciones…pensar que debemos buscar algo para que ocupe ese hueco o decir, bueno, tengo un hueco que seguro me vendrá de lujo para algo que en algún momento tendré que poner en mis estanterías…La diferencia entre las dos situaciones es clara…una proporciona estabilidad y calma y la otra todo lo contrario. Supongo que uno puede modificar su pensamiento de una a otra posibilidad según el día…es lo que llamo la montaña rusa de sensaciones…que uno no sabe cuándo sube o cuando baja…Si alguna vez has estado en esa situación, seguro que sabes de lo que hablo.
El llenar las estanterías con precipitación puede tener éxito, aunque también puede ser uno de los errores más grandes que se puede cometer...ya que estaríamos ubicando en nuestras estanterías un elemento que en el caso más seguro, va a necesitar una reubicación…
6. Dos objetos…un solo lugar…
¡Que terrible situación no tener espacio para todo
lo que se quiere! ¿Y ahora qué? Volvemos a la situación de calma…y de repente
aparece algo en nuestras manos que tenemos que “almacenar”…pero, en el lugar
ideal para él, está ya ocupado…lo cambias…te alejas de la estantería…la miras…pero
no, no es la solución…vuelves a cambiar…vuelves a alejarte…el resultado no te
convence…intentas que los dos compartan hueco…pero imposible…siempre uno de los
dos queda tan al borde del estante que corre el riesgo de caer…
Decidir…una de las grandes batallas que, en la
mayoría de los caso no queremos librar…
7. Ubicación temporal consciente...
A veces, en la vida real, puede llegar a nuestras manos algo que debamos ubicar en nuestras estanterías. Por seguir poniendo trocitos a la alegoría, pensemos que nos prestan un libro, y decidimos leerlo. Ese libro debe ser ubicado en algún lugar donde no nos modifique el equilibrio obtenido, pero que a su vez, durante el tiempo que estamos disfrutando de su lectura tengamos un acceso más bien directo...quizás una estantería C2 sería apropiada...quizás sería ese libro que no pones en la estantería sino directamente delante de tus objetos ordenados...quizás, incluso pudiera tener su hueco dentro de estas, pero hasta no ser leído, no es posicionado con claridad...quizás sabes que después de leerlo, ese libro volverá a manos de su propietario...será uno de esos libros que leíste, de que tienes opinión pero que no conservas físicamente en tus estanterías. Amistades de verano, vacaciones...acompañantes en viajes organizados, relaciones puntuales, relaciones puntuales sin duración determinada, conocimiento inicial de personas del entorno cuya posición aun no has decidido...ubicación temporal consciente...
….¿FIN?...
Bueno…tan sólo es un primer boceto de una idea que
he querido plasmar en algún soporte que no sea mi cabeza…seguiré leyéndola…releyéndola y quizás modificándola
y escribiéndola mejor…
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