19 de octubre de 2015

ALEGORÍA DE LAS ESTANTERÍAS Sobre las relaciones interpersonales


   1.     Prólogo

Durante mucho tiempo he intentado dar sentido a muchos de los cambios más o menos drásticos, dolorosos, sorprendentes, excitantes… y podría seguir enumerando sensaciones o situaciones, que han ido ocurriendo a lo largo de mi vida en lo relativo a relaciones con mis semejantes…Intentando entender el  porqué de lo que ocurre, quizás, con el objeto de sentir que uno posee cierto control, ante un descontrol que la mayoría de las veces te supera como individuo.

Tras mucho tiempo, uno le ha ofrecido un pensamiento al problema, después dos…finalmente, tal vez cien…y a veces así, se llega a algún lugar. En mi caso, llegué a la “Alegoría de las Estanterías”.

Por definición, una alegoría es una figura literaria que pretende representar una idea valiéndose de formas humanas, animales o de objetos cotidianos…y esa va a ser mi intención a partir de ahora…darle un sentido a este tema partiendo de un objeto realmente cotidiano como puede ser un mueble con estanterías, entendiendo cómo introducimos, reordenamos, accedemos o retiramos elementos de él.

Hablar sobre relaciones interpersonales es hablar sobre algo demasiado amplio, complejo y genérico. Cuando aludo a este término o concepto, me refiero básicamente a la importancia, necesidad y nivel de compromiso, que queda reflejado en esa especie de contrato, que pactamos cuando nos topamos frente a frente con otra persona.

Tendemos a pensar que ese contrato será indefinido y, llegado el punto de romperse o tener que modificarse, generará en la mayoría de los casos, un sinfín de sensaciones personales que serán complicadas de gestionar. Desde felicidad, a tristeza, pasando por situaciones de ansiedad, incredulidad o ira…

Uno de los motivos más frecuentes por los que las relaciones interpersonales se ven alteradas, es por el hecho, de que pensamos que la forma de actuar de nuestros semejantes coincide, con la que desarrollaríamos nosotros mismos en las diferentes situaciones…Concebimos instintivamente, que ante un problema, o mejor digamos situación, si nosotros, usando la “lógica” llegamos a una determinada conclusión, ese es el único destino de todos los caminos que puedan recorrer otros…o al menos, así queremos creerlo.  

   2.     Estanterías

Un mueble de estanterías no es más que un objeto que usamos para almacenar y ordenar todo lo que vamos teniendo, necesitando o queriendo tener presente en nuestro día a día. De forma natural, cuando tenemos por primera vez esta estantería delante, vamos colocando los diferentes objetos que queremos incluir en ella, no de forma aleatoria o caótica, sino ordenada, con sentido…quizás nuestro sentido, que sólo nosotros entendemos, pero con sentido.

Y qué viene a significar dentro de todo esto, la estantería. Es fácil, desde que nacemos y vamos teniendo uso de razón, van incorporándose a nuestra vida, multitud de personajes, con diferentes roles y cualidades. A medida que van llegando nosotros, de forma automática, les vamos asignando una posición en nuestras estanterías…lo normal es que sea la intuición, en primer lugar, la que nos ofrezca la ubicación inicial. Digamos que, estas “estanterías”, son una forma sencilla de asignar importancia, accesibilidad y preferencia a las personas que nos rodean e interactúan con nosotros.

   3.     Tipología de los estantes

No todos los estantes son iguales en un mueble de estanterías. Es por esto que vamos a definir varios tipos de estantes. Esto no significa que sean los únicos tipos de estantes que podamos definir, únicamente van a ser con los que empezaríamos a comprender todo ese lío.

3.1  Estantes Tipo A: Importancia alta, protección elevada, acceso especial…
Vamos a mirar una estantería normal y corriente. Dirigiremos nuestra mirada ahora, a su parte superior, arriba del todo. En esos estantes se encuentran objetos que aun siendo importantes, no le damos uso a diario. No sería difícil ponerse un poco de puntillas o subirse a un pequeño taburete para tener acceso a ellos. A veces, incluso se encuentran encerrados entre puertas de cristal que permiten verlo pero que además les confieren una determinada protección. Digamos que es el lugar para elementos importantes en nuestra vida, a los que recurrimos en situaciones especiales, pero que siempre deseamos tenerlos presentes o a la vista.

Llegado a este punto, es evidente que cada uno puede pensar a quien incluiría en estos estantes. Es clara la idea de que las experiencias y situaciones personales van a ser determinantes…no obstante intentaré no entrar en casuísticas muy especiales.

Teniendo esto en cuenta, pienso que este estante es un lugar bastante apropiado para los padres o hijos. Suelen tener una implicación alta en nuestra vida, condicionándonos en más o menos medida y para muchos de las situaciones en las que necesitamos de alguien, y sobre todo con una determinada edad, preferimos acudir a amigos o parejas, ahí el hecho de que se hayan ubicado en un lugar accesible pero no instantáneo y con cierto grado de protección.

3.2  Estantes Tipo B: Importancia alta, protección elevada, acceso alto…
Justo por debajo de los estantes tipo A, encontramos los estantes tipo B. Al igual que los anteriores, estos estantes gozan de una altura superior a la normal pero aumentando el nivel de accesibilidad. Digamos que es fácil tomar algo de estos estantes, pero siguen siendo pocos los elementos que encontramos en estos estantes.
Podríamos situar en estos estantes figuras como hermanos, familiares muy cercanos o parejas, por ejemplo. Vuelvo a repetir que cada uno decide la ubicación personal…

3.3  Estantes Tipo C1…: Importancia media-alta, protección media-alta, acceso medio-alto…
Estos están justo al nivel de la mano, poseen una importancia media-alta y el acceso es muy frecuente. Podríamos ubicar aquí, a los “mejores amigos”, esos que pensamos que siempre van a estar ahí…

3.4  Estantes Tipo C2, C3, C4…: Importancia media, protección media, acceso medio…
Por debajo de los estantes C1…podríamos definir subniveles inferiores que irían decreciendo en importancia, accesibilidad y protección. Hay podrían estar aquellas amistades que sin ser parte imprescindible de nuestras vidas, forman parte de ella e interactúan con nosotros en mayor o menor medida.

3.5  Estantes Tipo D: Importancia baja, protección baja, acceso bajo…
Es muy probable que en la parte más baja de nuestro mueble de estanterías nos encontremos unos cajones. Estos espacios suelen ser lugar idóneo para un batiburrillo de cosas que no sabemos dónde ubicar con claridad pero que deben “estar” en nuestra vida…Por ejemplo, gente con la que coincidimos cuando salimos por cierto lugares y que ni esperamos que estén, ni que no estén, pero con la que uno llega a tener relación.

3.6  Caja de bultos.
Como definirla…cuando tenemos un montón de bultos que no queremos tener presente y no sabemos qué hacer con ellos…los metemos en una caja y de forma instantánea se pierden de vista debajo de la cama…en este punto, seguro que cada uno sabe ya lo que quiere meter en esta caja…



  4.     Reposicionamiento en las estanterías


En este punto, la situación es la siguiente: hemos analizado cada una de las personas que integran nuestro círculo vital y las hemos posicionado dentro de las mencionadas estanterías. Miramos la estantería y nos transmite tranquilidad, todo está en su sitio, todo es como “debe” ser. Todos los “contratos” están cerrados y todo funciona…Es entonces cuando un hecho, circunstancia o situación obliga a modificar dicha situación. Pondremos un ejemplo bastante frecuente. Llevamos años conviviendo con nuestra pareja, nos conoce, nos ayuda, está ahí…en el estante tipo B…y de un día para otro, esta relación se rompe…Ahora toca decidir donde reubicar este elemento dentro de las estanterías… 

El hecho de tener que mover algo se sitio puede crear un conflicto o no. A veces es muy sencillo recolocar dicha figura de la estantería B a una de las estanterías C…el transito es tranquilo y llevadero. Pero otras veces la situación te obliga al cambio, sin que tú quieras realizarlo y, es más…el único sitio disponible y válido es la caja de los bultos… 

¿Qué quiero decir con esto? Sería una posición inteligente asumir que los cambios dentro de las estanterías no sólo podrían producirse, sino que, de hecho, lo van a hacer…algunas veces por iniciativa propia y a veces sin ella. No todo es negativo, tengamos en cuenta que muchas veces elementos de estanterías C3…pasan a C2…C1…inclusive a B. Debe ser percibido tanto lo negativo como lo positivo, aunque para lo único que estamos dispuestos a preocuparnos, evidentemente es para lo negativo.

   5.     Velocidad de reposición o necesidad de ver  llenas las estanterías.

Pienso que es condición humana es ser impaciente cuando esperamos que algo ocurra. No es normal decir, “esto ocurrirá cuando tenga que ocurrir” o,  al menos es difícil sentirlo así.

Coloquémonos frente a las estanterías, y miremos ahí, sí…ahí…un hueco…Tenemos un par de opciones…pensar que debemos buscar algo para que ocupe ese hueco o decir, bueno, tengo un hueco que seguro me vendrá de lujo para algo que en algún momento tendré que poner en mis estanterías…La diferencia entre las dos situaciones es clara…una proporciona estabilidad y calma y la otra todo lo contrario. Supongo que uno puede modificar su pensamiento de una a otra posibilidad según el día…es lo que llamo la montaña rusa de sensaciones…que uno no sabe cuándo sube o cuando baja…Si alguna vez has estado en esa situación, seguro que sabes de lo que hablo.

El llenar las estanterías con precipitación puede tener éxito, aunque también puede ser uno de los errores más grandes que se puede cometer...ya que estaríamos ubicando en nuestras estanterías un elemento que en el caso más seguro, va a necesitar una reubicación…

   6.     Dos objetos…un solo lugar…


¡Que terrible situación no tener espacio para todo lo que se quiere! ¿Y ahora qué? Volvemos a la situación de calma…y de repente aparece algo en nuestras manos que tenemos que “almacenar”…pero, en el lugar ideal para él, está ya ocupado…lo cambias…te alejas de la estantería…la miras…pero no, no es la solución…vuelves a cambiar…vuelves a alejarte…el resultado no te convence…intentas que los dos compartan hueco…pero imposible…siempre uno de los dos queda tan al borde del estante que corre el riesgo de caer…
Decidir…una de las grandes batallas que, en la mayoría de los caso no queremos librar…

7. Ubicación temporal consciente...

 A veces, en la vida real, puede llegar a nuestras manos algo que debamos ubicar en nuestras estanterías. Por seguir poniendo trocitos a la alegoría, pensemos que nos prestan un libro, y decidimos leerlo. Ese libro debe ser ubicado en algún lugar donde no nos modifique el equilibrio obtenido, pero que a su vez, durante el tiempo que estamos disfrutando de su lectura tengamos un acceso más bien directo...quizás una estantería C2 sería apropiada...quizás sería ese libro que no pones en la estantería sino directamente delante de tus objetos ordenados...quizás, incluso pudiera tener su hueco dentro de estas, pero hasta no ser leído, no es posicionado con claridad...quizás sabes que después de leerlo, ese libro volverá a manos de su propietario...será uno de esos libros que leíste, de que tienes opinión pero que no conservas físicamente en tus estanterías. Amistades de verano, vacaciones...acompañantes en viajes organizados, relaciones puntuales, relaciones puntuales sin duración determinada, conocimiento inicial de personas del entorno cuya posición aun no has decidido...ubicación temporal consciente...



….¿FIN?...
Bueno…tan sólo es un primer boceto de una idea que he querido plasmar en algún soporte que no sea mi cabeza…seguiré leyéndola…releyéndola y quizás modificándola y escribiéndola mejor…